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CONOCE MÁS SOBRE LA AUTOESTIMA INFANTIL

Como comenté en la anterior publicación, en esta ocasión dedicaré esta sección a la autoestima infantil. Las causas de una autoestima baja son muy variadas, al igual que cualquier otra dificultad psicológica con la que nos podemos encontrar. Así, por ejemplo, un contexto que exija a los niños que hagan todo perfecto (sea en el hogar, en colegio o en alguna extraescolar) puede ser una variable que potencie una baja autoestima en un niño porque sus ejecuciones o rendimiento no llegan al objetivo exigido por los mayores. Asimismo, si al niño se le han inculcado ciertos valores referentes a la importancia del perfeccionismo, la importancia de la opinión de los demás, las altas expectativas de los padres con respecto a cómo han de ser sus hijos supone otro aspecto más a tener en cuenta. Ciertas dificultades por parte del niño en habilidades tales como relacionarse con los demás (déficit en habilidades sociales), o en resolver problemas también pueden favorecer una autoestima baja. Otros aspectos  que le pueden hacer distinto del resto de grupo de iguales sería haber padecido alguna enfermedad o tomar medicación o tener una apariencia física distinta a los demás niños/as de su edad. Tener pocas actividades con las que pueda disfrutar, aunque les suele gustar poco lo que tienen y se suelen comparar con el resto de forma negativa. Estas y otras variables pueden ser la causa de una baja autoestima.          ¿Cómo es la evaluación psicológica? En el caso de niños pequeños, la forma de evaluar su mundo es a través de la utilización del juego y del dibujo. Según los gustos y aficiones de cada uno (tras una entrevista previa con los padres), podemos evaluar directamente al niño y de este modo observar cuáles son sus reacciones por ejemplo cuando pierde en un juego o como se ve a sí mismo a través de la realización de un dibujo. También en niños más mayores podemos utilizar cuestionarios tipo test para que rellenen ellos mismos. Y por supuesto como he comentado anteriormente, la entrevista con los padres es esencial para recoger la información necesaria. Tras conseguir la información, redacto una hipótesis explicativa en función de cada caso de la que se desprenden los objetivos de intervención. Y la Intervención… –Minimizar los contextos muy activantes, en los que se exigen ejecuciones perfeccionistas. Con el niño: -Autoconocimiento: ¿Quién soy? Puntos fuertes y débiles, que quiero y no quiero ser, que me gusta y que no. Es paso previo para que se acepte y quiera como es. Resaltar lo positivo y que lo lea todos los días. – Modificación de valores tales como: Comparación con los otros. Dibujar comic: si fuéramos todos iguales seria un rollo. El error. Equivocarse es un regalo porque nos ayuda a crecer. (y dibujar un regalo gracioso) Miedo a equivocarnos. Dar frases con fuerza:“Quien no arriesga no gana” por ejemplo. A través de la utilización de cuentos terapéuticos (como el que se explica a continuación) o metáforas podemos modificar los valores sin que directamente se sientan atacados. -Adquirir habilidades. Habilidades sociales, gestión de emociones… -Conseguir metas de forma gradual y a través de una programación ajustada a sus posibilidades y habilidades. -Centrarse en lo positivo. Ver con gafas de colores. Plan actividades agradable. Con los padres: -En implantación de limites (educación). Como poner normas. Es también necesario. Los limites dan mayor seguridad al niño/a. -Hábitos de autonomía. Los niños más autónomos tienen mayor autoestima. -Entrenamiento en comunicación con sus hijos. El contenido verbal y no verbal de nuestra comunicación afecta a nuestros hijos. – Entrenamiento en centrarse en lo positivo. Para poder afianzar lo que hacemos en sesión con el niño, es necesario que entre sesiones los padres sepan cómo ayudar a sus hijos en esta importante tarea. Un ejemplo de cuento terapéutico en el que se promueve la autoestima es este que personalmente escribí. La enumeración se corresponde con las páginas del cuento original que también dibujé y pinté. Espero os guste y que os sirva de inspiración para que también vosotros, papis, escribáis alguno que permita crecer a vuestros hijos. ¡Seguro que a los más pequeños de la casa les encantará! LA MARIPOSA CARIÑOSA A mi querida hija Ainara que aunque no lo crea, sabe ya mucho   Erase que se era un lugar muy hermoso donde habitan las mariposas, hadas y otros bichitos geniales, En este lugar donde viven las mariposas vivía una pequeña mariposa llamada Cariñosa con su mamá Estrella y su hermanita Gusanita Anita. Todos los días Cariñosa iba al cole de Los Bichitos con sus amiguitos muy contenta a aprender a volar mejor. También Cariñosa aprendía a coger polen de las flores con alborozo y alegría. Cariñosa era feliz jugando a ser mayor con sus amiguitas imaginando que era profe de otras maripositas. Pero a Cariñosa no le gustaba cuando sus compañeros le decían: “Eres una pequeñaja como las renacuajas de la charca”. Ni cuando le decían “Vuelas más bajito que las mariquitas del bosque de las margaritas” ¡¡Ja, ja, ja!! Ni cuando le decían: “No sabes todavía coger polen de las rojas amapolas con lo fácil que es”. En verdad Cariñosa no sabía nada de eso pero todavía podía aprender mucho. Ella era la más pequeña de su clase. Pero Cariñosa quería ser como las demás Ya, y estaba muy triste. Se encerraba en su rosa habitación. “No puedo hacerlo”, se decía. Su mamá Estrella le decía “Eres muy cariñosa, linda y buena”. Su hermanita Anita también la quería pero no era suficiente. ¿Qué podía hacer Cariñosa? Un gran día, yendo al cole de Los Bichitos, se tropezó con…¿Sabéis quien? ¡¡Campanilla, sí Campanilla!! Las dos iban muy rápido porque llegaban tarde. Cariñosa quedó dolorida en su alita del golpe ¡Ay que dolorida! Campanilla le preguntó: “Qué puedo hacer por ti? ¿Cuánto lo siento!·” Cariñosa la mariposa le dijo: “Mis amiguitos me dicen que soy pequeñaja, que no sé volar” Campanilla le dijo: “Con mis polvos de hada volarás más alto, pero recuerda: es solo una ayuda.

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MI HIJO NO HACE CASO NI APRENDE DE LA EXPERIENCIA: ¿ QUE ES LO QUE LE PASA?

A mi consulta han acudido varios casos en los que las madres habían utilizado como último recurso mi asesoramiento: “¿Por qué no obedece las normas?”, “¿Por qué no aprende de la experiencia cuando le castigamos?”, “¿Por qué solo quiere nuestra atención?”,” no le motivan los estudios ni nada”…son las dudas, inquietudes y preocupaciones que suelen manifestar y a las que no pueden dar contestación por ellas mismas. Ciertamente, estas conductas negativistas o de oposición a figuras de autoridad, suelen ser “normales” a lo largo del ciclo evolutivo de cualquier niño. Una educación apropiada, puede ayudar a estos niños a reconducir a conductas más adecuadas. Sin embargo, cierto grupo de niños, van pasando los años y muestran este tipo de conductas frecuentemente ante la preocupación de los padres porque no madura. Puede tratarse de un trastorno negativista desafiante. Para su diagnóstico es necesaria la participación de un psicólogo infantil a partir de una evaluación y análisis individual para conocer la base tanto del ambiente familiar, escolar y social. En ocasiones, puede existir comorbilidad (aparecer ambos trastornos) entre el trastorno oposicionista desafiante y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad). ¿Cuáles son los síntomas? Criterios diagnósticos para el TOD (DSM-IV TR). A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos seis meses y en el que están presentes cuatro o más de los siguientes comportamientos: 1. Se encoleriza e irrumpe en pataletas 2. Discute con adultos 3. Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus demandas 4. Molesta deliberadamente a otras personas 5. Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento 6. Es susceptible o fácilmente molestado por otros 7. Colérico y resentido 8. Rencoroso o vengativo B. Deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral. C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado del ánimo. D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los del trastorno antisocial de la personalidad. Causas: son diversas. No existe una etiología clara. Pueden ser ambientales, neurológicos, genéticos o una mezcla de todos ellos. Tras un análisis exhaustivo de las situaciones más significativas, la historia personal…a través de diferentes cuestionarios, observación, registros, etc…si llegamos al diagnóstico de Trastorno negativista desafiante, el tratamiento podría ser como el que sigue: Tratamiento: Para que el tratamiento sea efectivo, será necesaria la colaboración de los padres, así como un entrenamiento específico y personal dirigido a ellos para obtener recursos más eficientes ante la conducta de su hijo. Por supuesto, la otra parte del tratamiento va dirigida a favorecer una conducta más adaptativa por parte del niño, por lo que será necesaria una intervención con el niño. Para ello será necesario entrenarles en técnicas cognitivo-conductuales autoinstrucciones, modelado, role-playing, refuerzo social…para poder potenciar sus habilidades cognitivas y gestionar sus emociones, así como saber aplicarlo a la vida real. Noticias relacionadas: http://www.20minutos.es/noticia/1029260/0/sindrome/pequeno/tirano/

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