MI HIJO NO HACE CASO NI APRENDE DE LA EXPERIENCIA: ¿ QUE ES LO QUE LE PASA?

A mi consulta han acudido varios casos en los que las madres habían utilizado como último recurso mi asesoramiento: “¿Por qué no obedece las normas?”, “¿Por qué no aprende de la experiencia cuando le castigamos?”, “¿Por qué solo quiere nuestra atención?”,” no le motivan los estudios ni nada”…son las dudas, inquietudes y preocupaciones que suelen manifestar y a las que no pueden dar contestación por ellas mismas.
Ciertamente, estas conductas negativistas o de oposición a figuras de autoridad, suelen ser “normales” a lo largo del ciclo evolutivo de cualquier niño. Una educación apropiada, puede ayudar a estos niños a reconducir a conductas más adecuadas. Sin embargo, cierto grupo de niños, van pasando los años y muestran este tipo de conductas frecuentemente ante la preocupación de los padres porque no madura. Puede tratarse de un trastorno negativista desafiante. Para su diagnóstico es necesaria la participación de un psicólogo infantil a partir de una evaluación y análisis individual para conocer la base tanto del ambiente familiar, escolar y social.
En ocasiones, puede existir comorbilidad (aparecer ambos trastornos) entre el trastorno oposicionista desafiante y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad).
¿Cuáles son los síntomas?
Criterios diagnósticos para el TOD (DSM-IV TR).
A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos seis meses y en el que están presentes cuatro o más de los siguientes comportamientos:

1. Se encoleriza e irrumpe en pataletas
2. Discute con adultos
3. Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus demandas
4. Molesta deliberadamente a otras personas
5. Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento
6. Es susceptible o fácilmente molestado por otros
7. Colérico y resentido
8. Rencoroso o vengativo

B. Deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.

C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado del ánimo.

D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los del trastorno antisocial de la personalidad.

Causas: son diversas. No existe una etiología clara. Pueden ser ambientales, neurológicos, genéticos o una mezcla de todos ellos.
Tras un análisis exhaustivo de las situaciones más significativas, la historia personal…a través de diferentes cuestionarios, observación, registros, etc…si llegamos al diagnóstico de Trastorno negativista desafiante, el tratamiento podría ser como el que sigue:
Tratamiento:
Para que el tratamiento sea efectivo, será necesaria la colaboración de los padres, así como un entrenamiento específico y personal dirigido a ellos para obtener recursos más eficientes ante la conducta de su hijo.
Por supuesto, la otra parte del tratamiento va dirigida a favorecer una conducta más adaptativa por parte del niño, por lo que será necesaria una intervención con el niño. Para ello será necesario entrenarles en técnicas cognitivo-conductuales autoinstrucciones, modelado, role-playing, refuerzo social…para poder potenciar sus habilidades cognitivas y gestionar sus emociones, así como saber aplicarlo a la vida real.
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