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LA PSICOLOGIA NO SIRVE PARA NADA Y ES PARA LOS “LOCOS”

Quien más o quien menos ha manifestado que la psicología y aquellos que nos dedicamos a promover la salud mental se dirige a los “tontos” o “locos” o que no se obtienen resultados. Ambas afirmaciones son bastante populares como digo, pero nacen fruto del desconocimiento de nuestra disciplina. ¿Qué es la psicología?, ¿A quién va dirigida? La psicología es la disciplina que investiga sobre los procesos mentales de personas y animales. La palabra proviene del griego: psico- (actividad mental o alma) y -logía (estudio). Esta disciplina analiza las tres dimensiones de los procesos: cognitivos (pensamientos), afectiva (emociones: tristeza, ansiedad..) y conductual (actos más visibles). Según la OMS: El término “trastorno” se usa para señalar la presencia de un comportamiento o de un grupo de síntomas identificables en la práctica clínica, que en la mayoría de los casos se acompañan de malestar e interfieren con la actividad del individuo. Por tanto, en esta categoría entran todas las circunstancias de la vida que nos pueden interferir en nuestro quehacer diario: el diagnóstico de una enfermedad, la pérdida de un ser querido y duelo complicado, una ruptura sentimental, acoso psicológico laboral, escolar en caso de niños o por parte de la pareja, violencia de género, estrés derivado de un prolongado desempleo, infelicidad, falta de autoestima por comentarios despectivos propios o ajenos, problemas a la hora de relacionarse con los demás por déficit en habilidades sociales (ser pasivo o agresivo a la hora de relacionarse), adicciones a las últimas tecnologías y a substancias… Dificultades que como puede comprobarse, son bastante frecuentes entre la población y que pueden ser origen de malestar psicológico. Por supuesto, la psicología y concretamente la psicoterapia se dirige a modificar estos patrones disfuncionales que no permiten una adaptación adecuada al entorno en todos los grupos de edad: niños, adolescentes, adultos y de la tercera edad. Además podemos dirigirnos a la atención tanto individual, de pareja o grupal. Por tanto, y en resumidas cuentas, como se puede comprobar, la psicología es una disciplina que ayuda a la gente a encontrarse mejor y que por tanto no va dirigido específicamente a poblaciones más concretas como las personas con enfermedades mentales crónicas tales como esquizofrenia o retraso mental. Aunque por supuesto, estas poblaciones también pueden presentar las dificultades anteriormente citadas y necesitar de una atención psicológica profesional. Sin embargo, todavia está pendiente la ardua tarea de superar la falta de comprensión por parte de ciertos sectores respecto a la “incapacidad” que todos podemos en uno u otro momento manifestar a la hora de solventar nuestros propios problemas personales. Hay una estigmatización, una discriminación por así decir por parte de aquellos que acuden al psicólogo. Por eso hay quien prefiere acudir al médico a contar sus problemas personales que acudir a un psicologo. Por otro lado, ha de haber un compromiso por parte del paciente con la psicoterapia y una motivación por cambiar, puesto que son ingredientes esenciales para el crecimiento personal. Si uno no esta dispuesto a modificar ciertos aspectos de su vida, dificilmente se producira el cambio. Otras cuestiones son: – la duración de la terapia Todavía no veo resultados…¡esto es desesperante!: los resultados pueden dejarse esperar, pero si el problema lleva mucho tiempo, desde incluso años, es lógico que el aprendizaje de nuevas destrezas, habilidades…que te permita crecer lleve su tiempo. y el precio de la misma: ¿Alguien se plantea que es caro ir a un médico privado? Posiblemente no, porque entra en juego nuestra salud física, pero…¿y nuestra salud y bienestar emocional? También es una parte esencial del ser humano que no hemos de despreciar. Si tienes cualquier duda respecto a tu bienestar emocional, familiar o social, puedes realizar tu consulta. Estaremos dispuestas a ayudarte.

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CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL DESEMPLEO

En el numero 55 de la revista INFOCOP (2011) del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, ofrece datos entre otros aspectos, relativos a los efectos de la crisis económica sobre la salud mental de las personas. El empleo constituye una fuente de bienestar y un factor de desarrollo a todos los niveles (económico y social) y un factor de protección ante la aparición de los problemas psicológicos. Josep M. Blanch, doctor en psicologia, señala detalladamente en un artículo de la citada revista INFOCOP los efectos psicológicos y psicosociales derivados del desempleo en base a investigaciones recientes: malestar e insatisfacción con la vida presente, incertidumbre y desconcierto existenciales, pesimismo, depresión, desesperanza y desmoralización; sentimientos de inseguridad, vulnerabilidad e indefensión, de fracaso, ineficacia, frustración e injusticia; coginiciones y emociones autorreferenciales negativas; desorganización del tiempo cotidiano; déficit de roles, status, poder, prestigio, reconocimiento e identidad sociales; dependencia económica, social, ideológica y moral; restricción de interacciones sociales por imposibilidad de vinculación a grupos laborales; bloqueo de la socialización secundaria y de la transición normal de la juventud a la adultez; alienación profesional, por obsolencia y degradación de competencias laborales y por inviabilidad de planes de carrera; desarticulación de proyectos personales, profesionales y organizacionales; incapacidad para construir una narración autobiográfica laboral significativa, evasión del paro hacia refugios sociales (prejubilación, enfermedad, invalidez, status estudiantil o de ama de casa…) y hacia paraísos artificiales de la mano del alcohol, tabaco, fármacos u otras drogas. Por tanto, la psicologia puede aportar mucho para tratar todos estos problemas relacionados con la desocupación, mitigando sus negativas consecuencias. Jeffrey D. Sachs, publicó el 4 de septiembre un artículo en www.elpaís.com sobre la economía de la felicidad.Los niveles de malestar y pesimismo se han disparado en la mayoria de los países, con la constante búsqueda de ingresos. Sin embargo, solo seremos felices si la búsqueda de mayores ingresos no reemplaza nuestra dedicación a la familia, amigos, comunidad, compasión y equilibrio inerno. Un ejemplo modelo lo encontramos en el reino de Bután, en el Himalaya, que lidera el camino en la búsqueda de la felicidad. Su 4º rey propuso hace 40 años que el país trabajase para mejorar la” Felicidad Nacional Bruta” en vez del “producto interior bruto”. Desde entonces el reino de Bután hace hincapié no solo en el crecimiento económico sino también en la cultura, salud mental, compasión y la comunidad.

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