CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE HIJOS ADOLESCENTES Y ADULTOS DE PADRES SEPARADOS

 

Como hija de padres separados, Matilde mujer de unos 40 años se ponía en el lugar de los hijos que han de vivenciar la experiencia de unos padres en conflicto y posterior separación y divorcio con todos los cambios que conlleva de adaptación a nivel personal, familiar, social y de estudios siendo jovencitos.

Pero poco se ha hablado de las consecuencias a largo plazo a nivel emocional tras la separación en los hijos…

En el caso de Matilde, su padre abandonó el hogar familiar cuando ella  tenia aproximadamente 8 años. Los conflictos eran continuos y ella lo consideraba “normal” y más con una mente infantil. Lo que aun revivía como traumático fue el golpe que le dio su padre  a su madre estando ella delante y el morado de su ojo.  Es una situación que ha revivido en alguna ocasión cuando tras muchos años Matilde ha discutido con su pareja y tuvo el impulso de utilizar las manos cuando ya tenían varias hijas en común. Ahí su mente racional reaccionó y se contuvo.  Revivió esa situación como si fuera hoy.

Al cabo de los años siendo ya adulta y su padre enfermo terminal de cáncer, él le explicó que se fue de casa porque vio que la relación con su madre no tenia solución y no quería que volviera a pasar lo que pasó con tal nivel de violencia. Es de agradecer que le diera esta explicación…Matilde se quedó más tranquila después de la conversación.

 

Esto es lo que muchos hombres tendrían que hacer en casos donde sus impulsos violentos se traducen en las altas tasas de muertes de mujeres a las que estamos llegando en España desgraciadamente.

 

Pero en la actualidad siendo  Matilde una mujer madura aun le afecta…

  • No es plato de buen gusto acordarse de esto…y de las continuas críticas que su madre dirigía a su padre durante la niñez y adolescencia…aunque en parte tenia razón pero no eran maneras…

 

  • El concepto de pareja y familia tradicional y feliz que hubiera podido tener se desmoronó por completo. Pensaba que ella no iba a poder formar una familia tampoco estable

 

  • Revivir la sensación de rechazo y abandono por parte de su padre aunque sabia que él la quería …las creencias y sensación de no ser lo suficientemente válida o necesitar del reconocimiento especial por parte de los demás porque en su momento siendo niña no lo obtuvo…seguían ahí…

 

  • Porque tardo muchos años en poderlo contar y procesar…todas las vivencias de violencia pasiva y activa y conflicto lo vivió en soledad…era una secreto entre su madre y ella…

 

 

Afortunadamente esta situación familiar no le afectó en los estudios…es más, se refugie en ellos, y en la lectura, escuchar música… y depender de la relación con su madre. Al fin y al cabo era la única persona adulta de referencia que tenia

 

Se convirtió  en una niña introvertida, con pocas amigas y que apenas salía cuando era adolescente…

Insegura, y desmotivada, con ansiedad social…y con una autoestima por los suelos…en ocasiones incluso puede que viviera por algún episodio depresivo.

Pero por entonces la figura del psicólogo no era considerado tan importante como ahora y podría haber sido un buen recurso para poder salir adelante con un mejor ánimo y mayor bienestar…así como superar la sensación de soledad, incomprensión y vacío que sentía…

No fue curiosamente hasta que conoció a su marido con el que lleva más de 20 años cuando comenzó a tener más confianza en si misma. A cuidarse más, a arreglarse y sentirse guapa…

 

Echando la vista atrás Matilde piensa  que el conocerlo a él y estudiar la carrera de psicología fue lo que le salvó de no caer en un pozo sin fondo de desmotivación y desesperanza…

 

Suena poético pero así lo piensa verdaderamente…su pareja, sus estudios universitarios y su trabajo actual han sido su salvación.

 

Y todo esto querido lector o lectora ¿por que lo cuento? Vaya rollo de historia…¿o te causa curiosidad?, jeje..

 

La cuestión es que esta historia me lleva a recordar aquellos casos en los que hace poco he atendido donde el denominador común era la ansiedad social y la separación de los padres…

Chica universitaria con padres separados y continuas inseguridades a nivel social y de autoestima…

Chica  que no llega a los 20 años con padres separados y aislada socialmente, sin amigos…

Chico inseguro e introvertido de la misma edad que se siente rechazado por su madre…con padres separados…

Mujer de alrededor de 30 años con ansiedad social, en continuo estado de alerta, con incapacidad de decir no ante las peticiones de sus familiares y pareja y otros problemas de asertividad…

Adolescente con padres separados,  ataques de ansiedad continuos y ansiedad social. No quiere ver a su padre.

 

Y estos son los casos que recuerdo y que he atendido en consulta.  Y habrán muchos más…

 

Si la separación ha supuesto un cambio de lugar de residencia continua, la aparición de una tercera persona, es decir de una pareja del padre o de la madre con la que no se tiene afinidad, y además la separación ha influido en los estudios…la situación puede complicarse aun más.

 

Últimamente ante situaciones dolorosas pasadas que aun no se han integrado estoy utilizando el concepto de heridas emocionales (de rechazo, abandono, injusticia, humillación y traición)…

Las creencias sobre no ser merecedor de amor y afecto, mi voz no importa, soy invisible, no merezco que los demás me traten bien…pueden llegar a ser tan profundas que crean heridas emocionales, se enquistan y pueden llegar a afectar a todas las esferas de la vida de la persona.

En casos de separación y divorcio puede haber perfectamente creencias de este tipo.

Trabajar con este tipo de creencias, reconciliarte con tus padres, comprenderles…puede ayudarte.

 

Aunque los problemas de asertividad, y autoestima están ahí y también seria necesario trabajarlos.

Visualízate  con ellos haciendo las paces si es que no has tenido oportunidad de hacerlo. Puede ser un paso previo para poder sentirte mejor.

 

Post data 1…La ayuda de un profesional de la psicología a tiempo puede ahorrar muchos problemas futuros.

Post Data 2 …Yo te entiendo…mi alias es Matilde. ¿Sorprendido/a?

 

Tengo pendiente leerme “El inesperado legado del divorcio” de Judith Wallerstein (2003), que esta relacionado con las consecuencias que produce el divorcio incluso en los hijos adultos pero está descatalogado así que ya veré como…jeje