SUPERACIÓN DE MIEDOS Y BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD

Recuerdo el caso de un hombre que acudió a mi consulta hace tiempo Resumidamente, contaré su caso pero omitiré datos para proteger su anonimato. Tenía miedo a sufrir ataques de ansiedad (síntomas físicos básicamente), estando solo si tenía que coger el metro. Era su principal preocupación en ese momento, y lo que más le angustiaba, por lo que todos nuestros esfuerzos se dirigieron a superar este miedo a través de la exposición a la situación temida de forma progresiva. Fue más fácil de lo esperado y se encontraba orgulloso de su progreso. Por su elevada ansiedad, estaba de baja laboral y poco a poco fue recuperando su ritmo habitual y la confianza en sí mismo tras enfrentarse a este miedo.

Desde el primer día me confesó que tenía obsesiones desde hacía años e ideas hipocondríacas. Poco a poco me explicó, que temía infectarse al tocar ciertas cosas de su casa y así contraer una enfermedad. El primer día era reacio a hablar de este tema, consideraba que todo el mundo tenía obsesiones. Pero posteriormente se dio cuenta que necesitaba ayuda, que sus obsesiones no eran tan normales como él pensaba. Las trataba de evitar a través de conductas compulsivas para disminuir su ansiedad y esto era precisamente lo que perpetuaba sus obsesiones.

A través de un programa psicoeducativo complejo, fuimos trabajando cada una de las valoraciones erróneas que se encontraban en la base de sus obsesiones graduando las situaciones en función del grado de ansiedad que le producían. La alta activación que le caracterizaba, facilitaba que aprendiera este tipo de conductas relacionadas con la ansiedad (ataques de ansiedad, obsesiones).

En la intervención nos centramos en la intolerancia a la  incertidumbre ante el futuro. Todo lo que pudiera pasar fuera a corto, medio o largo plazo y que estuviera fuera de su control le producía mucha ansiedad. La vida está llena de incertidumbre. De hecho en esto radica la magia del día a día. Fuimos trabajando esta idea progresivamente.

Su otra gran obsesión era poder encontrar pareja, lo necesitaba fervientemente. Era una necesidad más que un deseo…se había convertido en su objetivo vital. Era una creencia irracional: Necesitaba pareja para ser feliz, y creía que era la solución a su situación. Pero consideraba que no tenía las suficientes habilidades para conseguir su objetivo, que era demasiado tímido, su gran defecto, así como muchos otros que pensaba que era un hándicap a la hora de relacionarse con las chicas.

Le hice ver sin embargo, que su timidez no tenía por qué ser un defecto, sino que era una virtud: la capacidad de escucha, ser precavido y reflexivo…así como dar una imagen de cierto “misterio” podían ser características muy bien valoradas por el sexo femenino.

Además vimos que él disponía de otras muchas virtudes de las que había de aprovecharse para poder conocer y presentarse ante las mujeres. Asimismo se planteó otros objetivos vitales a otros niveles: laboral, social, familiar y de ocio con la finalidad de no centrarse exclusivamente en su obsesión de buscar pareja y encontrar la felicidad en otros ámbitos de la vida.

Asimismo trabajamos sus ideas irracionales y la manera de combatirlas, cambiándolas por otras ideas más ajustadas que no produjeran malestar emocional. En: https://www.psicologosaldaia.com/la-filosofia-irracional/ puedes encontrar un listado de las principales ideas irracionales que todos en mayor o menor grado nos afectan, favoreciendo la aparición de síntomas o trastornos relacionados con ansiedad y depresión.

En definitiva, la aceptación y confianza en sí mismo y la autoestima fueron esenciales para que pudiera conseguir encontrarse mejor, así como la superación de sus miedos.

Como podéis comprobar, los psicólogos tratamos no solo los trastornos sino también promovemos el bienestar y desarrollo personal. Todos podéis beneficiaros de nuestros servicios.

 

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