LA AUTOESTIMA EN ADULTOS: BASE DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Con el post de hoy, termino hablando de la autoestima. Para aquellos que seguís mis publicaciones sabréis que en anteriores ediciones he tratado sobre la autoestima en niños y en adolescentes. En esta ocasión me centraré en la autoestima en la etapa adulta. Mucho se ha hablado sobre el tema de la autoestima. Incluso sirve de reclamo para la realización de ciertas actividades deportivas o profesores o coach de otros ámbitos indican la importancia de este elemento en nuestras vidas. Debates aparte, ciertamente la autoestima es importante. El desarrollo de una autoestima saludable es esencial para poder afrontar los retos que cada día se te presentan y como el título indica, es el primer elemento a trabajar en cualquier programa de inteligencia emocional que se precie. Porque conocerte y valorar positivamente lo que tienes, sabes y eres es el primer paso para poder relacionarte con los demás. Lo básico consiste en relacionarte adecuadamente contigo mism@. Sin embargo, como leí en un post hace poco, en ocasiones sabes que tienes cosas positivas pero no sabes valorarlas adecuadamente. Es decir, “no sientes” que vales aunque tienes delante tuyo un listado de tooodos los aspectos positivos que te caracterizan. Entonces es necesario trabajar este aspecto. Al igual que es bueno realizar deporte o al menos actividad física como caminar todos los días según dicen los médicos, para prevenir ciertas enfermedades físicas, también resulta adecuado realizar ejercicios para prevenir trastornos como el estrés, la ansiedad, depresión. Cuidar el ámbito mental también es importante, ¿no crees? A continuación indico una serie de actividades que puedes realizar a tu propio ritmo en casa, o si lo prefieres, con la ayuda de otra persona de confianza para que aumente tu motivación. Todas las propuestas son buenas si el fin es el mismo: Conoce tus debilidades y defectos a nivel físico, psicológico y social. Como indiqué cuando hablé de la psicología positiva en el blog de www.espailogopsicopedagogic.es, existe un cuestionario muy completo realizado por el equipo de Martin Seligman que se centra en los aspectos positivos de la personalidad. En cuanto a los aspectos negativos, no seas excesivamente crític@ contig@. Ajústate más en aquello que consideras que puedes modificar y aquello que de momento no, déjalo, acéptalo tal cual es, y si tienes posibilidades de centrarte en ello en un futuro, apúntalo y plantéatelo como un reto a superar y no tanto como un imposible que no puedes alcanzar. Piensa en todos tus logros anteriores, por pequeños que sean y haz un listado. Recuerda las emociones pasadas y la satisfacción que te produjeron. Tenlos presentes. Alimenta tu cuerpo y tu mente de emociones positivas. Aquí va una propuesta: Céntrate en emociones tales como felicidad, alegría, optimismo, bondad, amor, sentido del humor…y trabájalas una por semana. ¿Qué puedes hacer para sentir cada una de ellas? Por ejemplo, el sentido del humor también se puede cultivar contando un chiste o viendo una película de humor. Te sentirás bien contig@ mism@ y al mismo tiempo harás felices a quienes te rodean. Del mismo modo, dirígete hacia aquellos pensamientos negativos y autocríticas que te diriges a ti mism@. En ocasiones tú mism@ puedes ser más crític@ que nadie. “No valgo para nada” cámbialo por ejemplo si es el caso por: “Puedo hacer muchas cosas, pero esta tarea que me ha pedido el cliente no lo voy a poder dar a tiempo”. Cambia tu vocabulario, concreta, y no utilices términos absolutistas. Tu autoestima te lo agradecerá. Compárate contig@ mism@. Cada uno tiene sus propias características. Si quieres montar un negocio de algo que desconoces y quieres sobresalir en el sector sin tener apenas conocimientos posiblemente desfallezcas en el intento. Sé realista en tus planteamientos. Proponte objetivos realistas y ten en cuenta tus capacidades. Nadie es más que nadie ni menos que nadie. Todos somos seres humanos con nuestras limitaciones. Nadie es perfecto. Tenlo esto en mente: Ni el más sabio, ni el más guapo, ni el más popular, ni incluso la más buena persona del mundo es perfecta. Todos tenemos malos momentos a lo largo de nuestra existencia y nos equivocamos. Esto sí que es cierto. Teniendo en cuenta el punto anterior, confía en tus capacidades y habilidades. Una sana autoestima sirve de escudo ante las adversidades, el estrés, las críticas… que se presentan en el día a día. “Mens sana in corpore sano”. Disfruta del presente, cuida tu cuerpo a través de una alimentación sana, hábitos saludables y realizando una actividad física moderada todos los días. Nuestro cuerpo físico en buen estado influye y retroalimenta a nuestro bienestar emocional y vivecersa. Y qué tal si practicas la expresión emocional: Hablar, emocionarte, reír, cantar, bailar… saber identificar tus emociones sean positivas y negativas y expresarlas abiertamente es un paso fundamental para poder conocerte y valorarte. Rodéate de aquellos que te quieren y aprecian. Las denominadas gente tóxica “crecen” y “evolucionan” entre aquellos con una baja autoestima. Saber comunicarse de forma asertiva, defendiendo tus derechos te hará sentir bien contig@ mism@. Aunque este aspecto forme parte de las habilidades sociales, último escalón de la inteligencia emocional, la autoestima juega un papel muy importante en cómo nos relacionamos con los demás. Porque tenlo presente: es la base de nuestro bienestar psicológico. Y recuerda: “Tú eres el que vas a convivir contigo mism@ el resto de tu vida. De manera que habrás de gustarte y mimarte al menos un poco, ¿no? El crecimiento y desarrollo personal también lo realiza un psicólogo, no necesariamente coach. La psicología positiva es un ejemplo de ello.