REPERCUSIONES PSICOLÓGICAS DEL TRASPLANTE DE ÓRGANOS

Como podéis comprobar en mi presentación, soy Doctora en Psicología. Afortunadamente, para difundir el conocimiento científico contamos en la actualidad de los medios tecnológicos y las redes sociales.

A continuación incluyo un fragmento de la introducción teórica de mi tesis “Calidad de vida y Trasplante hepático”. Incluyo un resumen de los problemas psicológicos asociados al trasplante de órganos. Basándome en Pérez, Martín y Galán, (2005) se podrían desglosar en los siguientes apartados:

Delirium. Aparece en el postoperatorio inmediato y está causado por los fármacos inmunosupresores. Es más frecuente en los trasplantados pulmonares y hepáticos, oscilando en una incidencia del 25%-50%.

Trastornos sexuales. Suelen aparecer en el 30% de los trasplantados y las causas pueden ser tanto físicas (por la propia enfermedad o por la medicación) como psicológicas (temor a dañar el órgano trasplantado, sentirse menos atractivos, por ejemplo). El deseo sexual inhibido y el trastorno de la erección suelen ser las disfunciones sexuales más frecuentes.

– Trastornos del estado de ánimo. Los más frecuentes son los trastornos depresivos con una prevalencia que oscila entre el 10% y el 58% durante los primeros años postrasplante. La depresión, puede ser un factor de riesgo para las conductas de no adherencia al tratamiento médico, provocando como consecuencia un rechazo del órgano.

– Trastornos de ansiedad. Su prevalencia oscila entre el 3% y 33% durante los primeros años postrasplante. El trastorno por estrés postraumático es al que se le ha dedicado más atención, el cual tiene una incidencia del 17% en los trasplantados cardíacos. En líneas generales estos trastornos aumentan tras el alta hospitalaria debido a la preocupación de los pacientes al no estar bajo supervisión médica continua y porque sus familiares suelen distanciarse de ellos puesto que consideran que no necesitan de su ayuda.

La ansiedad influye en la calidad de vida de los trasplantados según el estudio de Pérez, Martín, Díaz y Pérez (2006). Un alto nivel de ansiedad tras el trasplante, tiene una influencia negativa a largo término sobre la salud. Los sujetos afectados mostraron, en este estudio, síntomas de ansiedad y depresión al año del trasplante así como pobre calidad de vida en cuatro áreas: emocional, social, física y económica.

Pérez, Martín, Gallego de Corpa y Pérez (2009) llegan a la conclusión de que la salud mental (sintomatología ansiosa y depresiva) influye en la supervivencia de los trasplantados. Un alto nivel de ansiedad en los pacientes les lleva a mostrar menos conductas de salud (ejercicio, alimentación, medicación, revisiones médicas). Asimismo un alto nivel de depresión se relaciona con una menor tasa de adherencia al tratamiento.

Fantasías sobre el donante. Entre los trasplantados de hígado, el 75.6% las tiene, y concretamente de este porcentaje, el 70.6% fantasea sobre la edad del donante. El 88% autoperciben su órgano trasplantado como una parte integrada a su cuerpo (Garrido; Casas; Gómez, 2009). Si el órgano procede de un órgano cadáver, los trasplantados pueden fantasear con las características físicas y psicológicas del donante y en ocasiones intentan ignorar el origen del órgano por miedo a ser deudor de la salvación. Si el órgano procede de un donante vivo puede establecerse una relación conflictiva entre el receptor y el donante. En los trasplantados hepáticos se ha descrito el Síndrome Psiquiátrico Paradójico en casos en los que el hígado procedía de donante vivo (Fukunishi et al., 2001). El fenómeno huésped fue  estudiado desde una perspectiva psicodinámica por Dovrovsky (2010) en 5 mujeres trasplantadas de riñón proveniente de donante cadáver, seleccionando fragmentos discursivos. Se trata de un tipo de fantasías sobre el donante que consiste en la presencia del donante en el órgano o como acompañante fantasmal (Pérez et al., 2005). Es un fenómeno que puede ocasionar distres y que es poco estudiado entre la comunidad científica.

– Insatisfacción con la imagen corporal. Algunos trasplantados tienen dificultades para integrar psicológicamente el órgano del donante, puesto que lo perciben como un cuerpo extraño. Este problema fue denominado como el Síndrome de Frankenstein (Dubovsky, Metzner y Warner, 1979, citado por Pérez et al., 2005). Otra investigación interesante es la realizada por Pérez y Martín (2002) relacionada con la percepción de la imagen corporal en los pacientes trasplantados. En este estudio llegan a la conclusión de que los trasplantados con peor imagen corporal puntuaban más alto en las variables ansiedad estado, depresión, pensamientos depresivos y pensamientos ansiosos y además sus expectativas hacia la enfermedad eran más negativas.

– Otros trastornos. Con menor frecuencia suelen aparecer trastornos adaptativos, somatomorfos y de la conducta alimentaria.

 

En resumen, y según se desprende de lo arriba mencionado, las repercusiones psicológicas en los pacientes trasplantados, afectan a la calidad de vida emocional, social, física y económica. Por tanto, un asesoramiento psicológico les permitiría afrontar la situación, equilibrando su bienestar emocional, proporcionando herramientas para alcanzar una calidad de vida no solo emocional, sino también física y social.donacion

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