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Habilidades sociales

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COMO ENFRENTARSE A SITUACIONES QUE NOS PRODUCEN ENFADO

El enfado es una emoción relativamente frecuente y forma parte del repertorio de expresiones normales que nos podemos encontrar en la vida cotidiana en el mundo tan complejo  de las emociones. Se relaciona con ira, hostilidad, rabia…   El problema surge cuando es demasiado frecuente y afecta a los demás y a uno mismo. Estados de ansiedad, tristeza, estrés pueden provocar esta reacción que se puede traducir en comportamientos explosivos.   El verano es una época en la que la convivencia entre los miembros de la familia es mayor y que incluso se ha demostrado que los divorcios son más frecuentes. Los enfados, la baja tolerancia a la frustración (no tolerar ciertos detalles como que tu pareja no cierre el tapón del gel de baño por poner un ejemplo), planificar actividades juntos y no ponerse de acuerdo… están a la orden del  día. De manera que es un buen momento para poder auto controlar esta molesta emoción que puede actuar como una bomba de relojería en la que el estallido puede afectar tanto quien la lleva a cuestas como a los demás que están cerca.   ¿Pero todos reaccionamos igual ante las mismas situaciones que pueden producir enfado? Ciertamente no. Las interpretaciones que realizamos sobre las situaciones son diferentes y de hecho es ahí donde puedes cambiar tu visión de las circunstancias y de este modo reaccionar emocionalmente de un modo más adaptativo. En sesión siempre me gusta explicar el A-B-C con un ejemplo:   A: SITUACION (Estar en un atasco de tráfico)   B: PENSAMIENTO (¡Vaya fastidio! Ahora voy a llegar tarde al trabajo, me van a despedir, porque mi jefe está que trina últimamente y luego me voy a quedar sin empleo y con lo mal que están las cosas…buff, ¡¡es horrible este atasco!!)   C: CONDUCTA O EMOCIÓN (Dar golpes al volante, maldecir al causante del atasco y a todo bicho viviente y aparición de rabia, enfado…etc)   Una misma situación puede provocar enfado a una persona, pero no a otra, según como se interpreten las cosas. De este modo, si ante esta situación que he incluido modificamos el pensamiento por otro más adaptativo, (por ejemplo, en lugar de lamentarse, actuar y llamar por teléfono al lugar de trabajo avisando que llegará más tarde y pensar más calmadamente que nunca has llegado tarde, y que esto le puede pasar a cualquiera, y que no es motivo de despido) entonces la emoción de rabia, enfado…puede modificarse por un estado más calmado.¡ Incluso puedes aprovechar la situación, escuchar música y relajarte!   Las interpretaciones o también llamadas distorsiones cognitivas que pueden promover un enfado son pensar en términos de todo o nada: “Todo es terrible porque no ha hecho lo que yo  quería”, personalización: “no me ha saludado y es porque no le caigo bien”, catastrofismo, exigencias, ordenes y coacciones al otro…   Por tanto, te aconsejo que si últimamente te encuentras más susceptible y enseguida que los demás o las circunstancias no son como tú quieres y reaccionas desproporcionadamente, cojas lápiz y papel y registres las situaciones que han provocado esa reacción, los pensamientos que has tenido (probablemente son automáticos y difíciles de recordar pero si lo piensas detenidamente, podrás detectarlos y apuntarlos).   En ocasiones las reacciones físicas tales como ceño fruncido, mandíbula contraída, puños apretados y en general toda la musculatura en tensión en actitud de ataque pueden aparecer antes que los pensamientos. Ser consciente de estos podemos decir “síntomas físicos” también es sumamente importante para poder controlarse cada vez que alguna situación “dispara” la reacción de enfado. El uso de la relajación muscular progresiva o la respiración diafragmática puede ayudar a relajar tu cuerpo y relajarte.   Otros consejos que te pueden ayudar:   – Empatiza con la persona. Ponerse en el lugar de la otra persona. Ante una discusión, ponte en el lugar de la otra persona e intenta ENTENDER el punto de vista del otro.   – Entrenamiento en HABILIDADES SOCIALES. Por ejemplo en ocasiones puede ayudar como reaccionar adecuadamente (de forma asertiva) ante una crítica.   -Si ya eres consciente de los síntomas físicos y el tipo de interpretaciones que utilizas ante las situaciones que te provocan enfado, DETENTE y piensa antes de actuar. Recuerda que tu conducta explosiva puede aliviarte en un primer momento, pero como consecuencia   -TIEMPO FUERA: Si crees que tu reacción puede ser desproporcionada, sal de la situación en la que te encuentras, relájate, coge aire y expúlsalo tranquilamente diciéndote: “Relájate” .   -El enfado continuado y que se retroalimenta, el rencor acumulado, puede ser dañino. Aunque es difícil, aprende a perdonar y a pedir perdón. Recuerda que nadie es perfecto y todos cometemos errores en algún momento de nuestras vidas.       En resumen:   1)Registra la situación, pensamientos, conducta y emociones asociadas.   2) Se consciente de tus reacciones físicas y pensamientos asociados al enfado.   3) Autocontrola estas emociones. A través de la discusión de pensamientos, relajación, detente antes de actuar, abandona si lo crees conveniente. El entrenamiento en habilidades sociales y empatía son otras buenas opciones.       Las explosiones de ira pueden ser síntoma de depresión camuflada en caso de niños, adolescentes e incluso algunos adultos. En casos extremos, el enfado patológico o ira descontrolada ante diversidad de situaciones puede afectar significativamente el bienestar emocional propio así como el trabajo, las relaciones personales etc., por lo que sería necesaria la búsqueda de un profesional de psicología.

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TALLER DE CONVIVENCIA ESCOLAR E INTELIGENCIA EMOCIONAL

DIRIGIDO A NIÑOS/AS DE 6 A 12 AÑOS • Conocimiento de las propias emociones y las de los demás. • Autoestima. • Habilidades sociales • Resolución de conflictos interpersonales. Horario: Desde el día 19 de Febrero hasta 2 de Abril, 6 sesiones una vez por semana. Precio: 40€ las 6 sesiones. Realizado por la PSICOLOGA y PSICOPEDAGOGA. INTERESADOS LLAMAR: Sonia: 610 56 31 31 Estela: 699 88 42 15 PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN, Nº 18-1-1 ALDAIA TELF. 96 064 35 37 espaialadaia@gmail.com

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LAS HABILIDADES SOCIALES Y LA ASERTIVIDAD

¿Qué es una conducta hábil o asertiva? Una conducta habilidosa está constituida por un conjunto de respuestas que: A) Consiguen o aumentan las posibilidades de conseguir el objetivo que se había marcado el individuo en esa interacción social. EFICACIA B) Sin atravesar por niveles de emoción negativa elevados: ansiedad, rabia… COMODIDAD C) Respetando los derechos de los demás. NO AGRESIVIDAD D) La capacidad de mantenimiento de la autoestima. AUTOESTIMA. Como idea básica la conducta hábil produce más refuerzo social que castigo Definición: “La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas” (Caballo, 1986) Los elementos componentes de la habilidad social son: -La mirada -La expresión facial -La sonrisa -La postura corporal -Los gestos -Contacto físico y proximidad -La apariencia personal Diferencia entre AGRESIVIDAD-PASIVIDAD-ASERTIVIDAD: -PASIVO: Es una persona que evita las situaciones, no defiende sus propios derechos y normalmente abusan de él. No cumple ninguno de los tres elementos de la definición. Por ejemplo: Le dejas dinero a tu amigo, cuando no te apetece hacerlo. -ASERTIVO: Persona que se enfrenta a las situaciones y defiende sus propios derechos con eficacia y con ello aumenta la probabilidad de conseguir sus objetivos. Por ejemplo: Le dices de forma correcta: “No me apetece dejarte el dinero” -AGRESIVO: Persona que se enfrenta a la situación y defiende sus derechos de forma “eficaz”, con emociones negativas altas y sin respetar los derechos de los demás. Por ejemplo: Cuando te pide dinero muestras conductas agresivas, amenazas… En las relaciones sociales pueden aparecer problemas: -Déficit en habilidades sociales por aprendizaje defectuoso, porque no tiene un repertorio de conductas aprendido. Puede ir acompañado o no de ansiedad social. -En el trastorno de ansiedad social. La persona puede tener un repertorio de conductas aprendido pero no lo puede utilizar debido a la ansiedad o bien debido a las conductas de evitación, ha perdido dichas habilidades. Estos problemas pueden solucionarse a través de un aprendizaje o reaprendizaje adecuado con entrenamiento por parte de psicólogos