SI QUIERES SER FELIZ ACUDE AL PSICÓLOGO

“Cuando decida ser feliz, que me llame”, es lo que le dije a  la madre de una adolescente que no creía en la eficacia de las  tareas que le había estado sugiriendo a lo largo de varias sesiones de intervención. La desmotivación, el desconocimiento, la desconfianza en el proceso terapéutico provocan una desilusión y falta de adherencia al tratamiento psicológico que lleva, desafortunadamente, en algunos casos al abandono de la terapia. Pero paradójicamente, algunas personas son felices tal y como están, la situación por la que están viviendo no les incomoda y son los propios familiares y/o amigos los que son conscientes de lo que le ocurre a la persona, sobre todo en casos de adicciones al alcohol, redes sociales, etc. O bien obtienen un beneficio secundario al seguir con su problema. Pero este es otro tema a tratar en otra ocasión.metamorfosis

Centrándonos en la Psicología y sus implicaciones, recuerdo que al menos en varias ocasiones al principio de terapia, durante la fase de evaluación, algún que otro familiar me ha comentado: “Yo NO CREO en la psicología ni en los psicólogos. He venido aquí porque me lo ha dicho mi mujer”. Al cabo del tiempo he sido consciente de que en el fondo de esta desconfianza hay un desconocimiento de nuestra profesión y de las tareas que llevamos a cabo, de la importante labor que realizamos.Por estas razones es necesaria una fase de información sobre el papel del psicólogo dirigida tanto a los niños, adolescentes y adultos que acuden a consulta. Conseguir que las personas sean felices es nuestra razón de ser.

La psicología es una ciencia y en ocasiones puede confundirse con pseudociencias tales como lectura de cartas por poner un ejemplo. Nada más lejos de la realidad. Al menos en mi consulta utilizo métodos probados científicamente que han resultado ser eficaces en la práctica clínica. Además cuento con una licenciatura de 5 años, además de posgrados, doctorado y un largo etcétera de cursos y experiencia profesional. No utilizo un sexto sentido ni tengo un poder especial (tampoco los psicólogos sabemos leer la mente con solo ver al paciente) sino que utilizamos nuestros conocimientos y experiencia. Eso sí, si el cliente atraviesa por un momento difícil semejante a uno vivido y ya superado por el terapeuta, la experiencia personal puede ayudar a que la empatía y la alianza terapéutica (lo que en términos coloquiales equivaldría a decir “llevarse bien”) aparezcan. Esto último es un ingrediente esencial para que la terapia avance y los resultados sean positivos. Si tu terapeuta no te cae bien, difícilmente vas a lograr avanzar en tu proceso de cambio.

Y es que trabajar con emociones, percepciones, pensamientos, sentimientos…Resulta una tarea compleja pero sumamente interesante para los profesionales que nos hemos formado en el ámbito de la psicología. Pero para la gente incrédula de nuestra labor, al trabajar con aspectos no tangibles, visuales… resulta complicado entender el proceso del cambio.

Por otro lado, existen muchas falsas creencias sobre la psicología. Acudir al psicólogo sigue siendo un tabú o un estigma social para aquel que ha ido a una consulta de psicología..¿Pero por que sigue esta mentalidad en nuestra sociedad? ¿No resulta igualmente natural comentar que has ido al fisioterapeuta porque te duele la espalda debido posiblemente a una contractura muscular por el estrés causado del trabajo o ir al dentista porque quieres lucir una sonrisa bonita y conseguir tener los dientes limpios y alienados porque si no te sientes feo/a? La finalidad es el la misma: los profesionales de la salud tales como el fisioterapeuta o el dentista o el psicólogo buscan: tu bienestar físico y emocional.

¿Cuándo te puede ayudar un profesional de la psicología?

  • La debilidad emocional y todo lo que ello implica (perder el control, volverse loco, sentir que no puedes solucionar tus propios problemas…) está mal visto socialmente. Sin embargo, el desequilibrio emocional (ansiedad, tristeza, estrés…) provocado por una interpretación distorsionada de la realidad es algo muy común entre los seres humanos: percibimos, interpretamos continuamente lo que nos rodea, pero si esa interpretación te perjudica emocionalmente de tal modo que tus actividades diarias se ven afectadas, no puedes dormir bien, no comes correctamente, no recibes el apoyo que necesitas…entonces es cuando surge el problema y posiblemente necesites de la guía de un profesional de la psicología. Tu salud tanto mental como física está en juego, pero poco a poco puedes conseguir el cambio si te lo propones y estás dispuesto/a a recibir la guía, consejo, apoyo sin juzgarte proporcionándote recursos para mejorar tu bienestar.

 

  • Por otro lado, en algún momento todos podemos atravesar por un bache o crisis personal derivada de una pérdida, sobrecarga de tareas…y necesitar de alguien que comprenda, guie, apoye, tu proceso personal.

 

  • También existe la posibilidad, reconocida públicamente cada vez en mayor medida del papel que los psicólogos podemos aportar al denominado crecimiento personal dirigido a personas que no atraviesan ningún problema especifico pero que carecen de alguna habilidad especifica como habilidad para decir no, hablar en público, desarrollar mayor autoconfianza y autoestima por poner varios ejemplos que en sí mismos no suponen un problema clínico pero que al ser entrenados el bienestar personal y social se ven fortalecidos.

 

Si quieres saber más sobre este tema puedes consultar mi anterior entrada al blog en el siguiente enlace: https://www.psicologosaldaia.com/la-psicologia-no-sirve-nada-los-locos/

 

¡Ánimo! El cambio es posible. ¡Abandona tu zona de confort y supérate a ti mismo/a!

 

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