Las frustraciones del día a día y otras cuestiones relacionadas

Dos definiciones aparecen al buscar frustración: “Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo. Sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que esta imposibilidad provoca”.

Este sentimiento de tristeza o deseo prolongados puede llevar a la depresión. Depende también del nivel de tolerancia a la frustración que cada persona tenga.

Hoy me quiero sincerar: He de reconocer que llevo unos días triste. Sí, los psicólogos también somos personas y nos entristecemos. Si, los psicólogos, los empresarios, autónomos, trabajadores y seres humanos en definitiva, también nos frustramos. Cuando varias clientas deciden abandonar el proceso de psicoterapia casi al mismo tiempo porque han decidido seguir con otro profesional de salud mental (psiquiatra o de su seguro medico), cuando no recibo respuestas de las clientas al preguntar como se encuentran, cuando otras deciden no seguir porque consideran que mi forma de trabajo no les va a aportar buenos resultados o lo que ellas esperaban…posiblemente por su desconfianza e indecisión. las malas rachas vienen siempre, a nivel profesional o personal pero la cuestión es ¿como vivirlas?

Al fin y al cabo los psicólogos ( y los no psicólogos) no tenemos superpoderes, podemos ofrecer nuestros conocimientos y habilidades, todo lo que sabemos e intentar captar la atención de las personas, posibles clientes pero en ocasiones no conseguimos lo que nos gustaría, lo que puede producir decepción por ambas partes (en terapeuta y paciente-cliente). Esto que comento no se hasta que punto puede ser positivo o negativo para mi reputación como profesional, pero es la pura verdad. Los psicólogos somos personas y también tenemos nuestras limitaciones, aparte de que el proceso de cambio no solamente depende de nosotros sino también de la implicación personal, grado de motivación, estado emocional más o menos limitante del paciente en esos momentos que acude a terapia o al proceso de cambio, del vinculo terapéutico y otros cuantos factores que favorecen que el resultado sea o no el satisfactorio. Sin embargo, y como digo, los psicólogos como personas que somos también nos frustramos y podemos trabajar esta frustración con cierta ventaja.

Es la vida misma, la realidad resulta frustrante en ocasiones, por lo que hemos de trabajar con las frustraciones, saberlas gestionar. Posiblemente, como decía una clienta, si te animas demasiado e ilusionas construyendo “castillos en el aire” creando unas expectativas demasiado elevadas, mas dura sera la caída, produciendo desilusión y apatía. Pero buscar nuevos proyectos, tener iniciativa e intentar alcanzar nuevas metas REALISTAS, ser CONSCIENTES de nuestras LIMITACIONES y ACEPTARLAS, de como sacar provecho de nuestros fracasos o ERRORES para poder APRENDER de ellos sea el quid de la cuestión.

Considerar que el error o el fracaso es de la situación, del proceso, que no eres tú la persona fracasada, que posiblemente es el momento de que haya un cambio personal o profesional en tu vida o incluso en la otra persona que intentas ayudar buscando otros recursos puede despejar la mente y huir de creencias limitantes como “He fracasado” o “Soy un fracaso de persona” y cambiar por frases de otro tipo como “Soy una persona valiosa que he intentado hacer lo que me gusta como mejor he podido. He tenido otras experiencias de éxito y he de alegrarme por ello. Soy capaz de conseguir otros procesos de cambio en las personas.”

Como veis, la escritura puede resultar terapéutica y desde aquí os animo a que la practiquéis.

Dedicado a quien me lea, sean clientes. ex clientes, o posibles clientes, psicólogos..o seguidores (o no) de mi blog.

Autora: Estela Montolio Oliver

Doctora en Psicologia

Directora de Psicosalud Emocional