LA ADICCIÓN A LOS MEDICAMENTOS

¡Buenos días! Quería compartir unas líneas con vosotros, dado que me parece de interés general.

A mi vuelta de vacaciones, pude ver un interesante programa emitido el 30 de agosto en el Canal 4 http://www.mitele.es/programas-tv/en-el-punto-de-mira/temporada-1/programa-6/sobre adicción de medicamentos en España.

 

 

 

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Este asunto me parece sumamente importante, y por ello, tendría que recibir mayor atención por parte de las Instituciones competentes de la que la ha recibido hasta ahora.

Los resultados que arrojaba este reportaje eran escalofriantes: España es el segundo país en el mundo que consume medicamentos. De entre las medicinas más consumidas se encuentran en primer lugar los ansiolíticos (fármacos que disminuyen los síntomas de ansiedad), en segundo lugar los protectores de estómago, en tercer lugar los analgésicos (medicina para tratar el dolor de cabeza, de espalda…), en cuarto lugar los antiinflamatorios y en quinto lugar los potenciadores sexuales. Otro ejemplo lo encontramos en EEUU: los analgésicos producen cada vez más muertes.

Hasta tal punto existe esta adicción y dependencia que ya en algunos centros existen terapias de grupos dirigidos por psicólogos para deshabituarse al consumo de ansiolíticos que producen una dependencia semejante al alcohol, cocaína u otras drogas, llegando a ser adictos a las benzodiacepinas. Incluso existen casos en los que las personas llegan a falsificar una receta con tal de conseguir la ansiada medicina.

En dicho reportaje, los periodistas entrevistan a varios casos concretos. Entre ellos una mujer cuenta la historia de cómo llegó a tomar una gran cantidad de medicinas al día por en principio un simple dolor de espalda. En este y otros casos, las personas afirman sentirse inseguras y con miedo si salen de su casa sin sus pastillas.

Pero, ¿Qué es lo que está pasando?, Por qué se han disparado los índices de consumo y abuso?. Son varios los factores explicativos que se manejan en este reportaje:

Crisis económica: Al parecer el porcentaje de consumo de este tipo de medicamentos se ha disparado en los últimos años según muestran los datos que arroja el reportaje citado, debido a la crisis económica. Perder un trabajo o la inestabilidad financiera pueden provocar estrés, ansiedad y depresión. Y es que en todo momento, has de mostrar tu mejor cara a los clientes porque con la alta competitividad que existe en el mercado, si la atención no es adecuada o no puedes atender porque tu estado físico no se encuentra “perfecto al 100%”, o al menos aparentemente, tu rendimiento se ve afectado y disminuye. Todos conocemos casos en los que si no trabajas y estas de baja te despiden o bien si eres autónomo, no puedes pagar la cuota que te corresponda y tienes menos derechos que un trabajador por cuenta ajena.

 

Cultura del bienestar: Estamos inmersos en una cultura del bienestar. Es necesario suprimir las emociones negativas y aflorar las positivas en todo momento. ¿Qué ocurre? ¿No se puede estar triste, enfadado, preocupado, estresado? Las emociones negativas forman parte de uno mismo y negarlas o no permitir expresarlas en su momento de forma adecuada puede acarrear consecuencias a largo plazo tanto físicas (dolores de espalda, ulceras..) como psicológicas (como por ejemplo crisis de ansiedad, depresión), etc

Los eslóganes que se muestran en paneles publicitarios, televisión, comercios… están influidos de positivismo. “Se positivo”, Hoy me he puesto una sonrisa que combina con todo…En un momento dado, pueden resultar útiles pero simplemente decirse este tipo de frases no ayuda a afrontar las situaciones. Esperar un mundo mejor por ejemplo, solo niega la realidad y la historia, inmoviliza y no permite actuar adecuadamente. Imponer e “inyectar” positividad a todas horas frustra a las personas que pasan por un bache en su vida y no saben cómo volver a ser como antes, puesto que es un DEBER y una OBLIGACIÓN estar feliz en todo momento. No nos permitimos estar tristes, y sin embargo la tristeza es una emoción más. La expresión de la misma a través del llanto supone una liberación..¿Por qué no nos permitimos expresarla?¿La incomodidad y el malestar nos supera?

Siguiendo con la cultura del bienestar: ¿Cuál es la solución más sencilla, económica, rápida y eficaz para este tipo de problemas? Ir a la farmacia y adquirir con receta médica fármacos (que no dejan de ser drogas legales) para poder suprimir inmediatamente y sin ningún esfuerzo el malestar (ansiedad, dolor etc). Los periodistas también entrevistan a una farmacéutica. Admite que mucha gente joven consume benzodiacepinas, existe mucha más demanda.

Por supuesto, con estas palabras no quiero decir que no se hayan de tomar medicinas cuando sea necesario y siempre bajo prescripción médica. Ni tampoco que no se pueda tomar un ibuprofeno esporádicamente cuando te duele la cabeza por ejemplo. Aquí me estoy refiriendo a que “del uso al abuso hay un paso” y que si por ejemplo tu nivel de estrés es tan elevado que te afecta en tu vida diaria, el uso de ansiolíticos no es más que un parche momentáneo para disminuir tu sufrimiento, porque tu estilo de afrontamiento seguirá siendo el mismo. Por otro lado, optar por acudir al psicólogo te permite afrontar por ti mismo las situaciones, sentirte escuchado y comprendido y en definitiva aprender a confiar en ti mismo y en tus posibilidades. Aunque de entrada parezca que el asesoramiento psicológico sea costoso (en cuanto a tiempo y dinero), se trata de una inversión de futuro y que logra aumentar el bienestar a largo plazo y sin efectos secundarios tales como la dependencia que pueden producir las pastillas.

 

En unas líneas más arriba he citado lo conveniente de recibir un asesoramiento médico para poder medicarse. Sin embargo de todos es sabida la saturación del servicio médico en la sanidad pública: el tiempo limitado para atender a cada paciente y la cantidad de personas a los que han de atender al cabo del día. Un alto porcentaje de ellos posiblemente vivencien malestar psicológico y citen síntomas físicos por lo que lo más conveniente sería derivarlos al servicio de salud mental. Y es que cada vez se acude más al médico por cualquier dolencia. La inclusión de un psicólogo en atención primaria (algo que el COP está pidiendo hace tiempo) aligeraría la atención y la saturación que existe en los ambulatorios. Otra cuestión es la facilidad con la que se receta. Es un recurso mucho más rápido para el médico recetar que indicar a la persona que acude a su consulta que cambie su estilo de vida. Esto también lo manifiesta un catedrático de farmacología y miembro del comité de sabios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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En suma, la automedicación forma parte del día a día de los españoles y es hora de poner sobreaviso. El estrés, crisis económica, la situación sanitaria y farmacéutica, la cultura del bienestar…son posiblemente algunos de los factores más importantes que pueden explicar esta situación actual tan importante y que nos concierne a todos/as. Los/as psicólogos/as tenemos una función esencial tanto en atención como en prevención sociosanitaria de casos que así lo requieran.

 

 

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