EMOCIONES Y TRASTORNOS DIGESTIVOS

 

Dedicado a mis pacientes

 

Como he comentado en ocasiones anteriores, durante mi trayectoria de formación tras la obtención de la licenciatura en psicología he ido dirigiéndome a la atención psicológica de personas con enfermedades crónicas. Así, atendí a pacientes con obesidad mórbida en el Hospital Peset, a pacientes con hepatitis C en la asociación que existía por entonces en Valencia. Realicé mi trabajo de investigación con enfermos sobre calidad de vida de la citada asociación, así como mi tesis sobre calidad de vida y trasplante obteniendo las muestras de las asociaciones de pacientes de trasplantados de hígado, riñón y pulmón. Mi intención es especializarme en la atención psicológica de enfermedades crónicas por lo que esta publicación va dirigida a un sector de la población cada vez más numerosa como son las personas afectadas por trastornos digestivos. En la consulta privada he ido atendiendo casos de personas con diversas enfermedades crónicas pero actualmente y en un breve periodo de tiempo, he atendido casos de clientes con trastornos digestivos, concretamente varios casos de colitis ulcerosa y otros con intestino irritable.

Incluyo una descripción de los mismos a grandes rasgos y para respetar la confidencialidad de los datos:

-En los casos de colitis ulcerosa una de las personas me explicó en sesión que tenía miedo a contraer una enfermedad o infectarse tras la experiencia negativa de haber estado ingresada en el hospital debido a que coincidió con la debilidad inmunológica tras un brote. Temía afrontar la vida con normalidad, pero poco a poco y tras el apoyo social y las propias estrategias que ya tenía y las que le fui proporcionando ha podido ir normalizando su situación y sentirse más fuerte física y emocionalmente. En el trabajo asume menos responsabilidades desde que fue diagnosticada de la enfermedad. Otro caso  acude a consulta junto con su pareja por problemas de convivencia. Manifiesta tener ataques de ansiedad y dice ser una persona negativa y que le cuesta expresar sus emociones. La terapia se centra en los problemas de pareja pero considero necesaria también una interven

ción individual para poder ofrecerle recursos con la finalidad de afrontar las situaciones estresantes a nivel de pareja y respecto a otros estresores. Más adelante veremos que existen dificultades para poder afrontar los sucesos vitales estresantes por parte de este tipo de pacientes.

– En los casos de intestino irritable, uno de ellos, que acude a consulta cuando por cuestiones personales le es posible, manifiesta tener una inseguridad personal bastante importante a la hora de tomar decisiones. Depende mucho de la aprobación de los demás, teme tomar decisiones inadecuadas y se considera un infeliz incurable en cierto sentido. Las sesiones son muy discontinuas por lo que el seguimiento del caso no es de la calidad que podría haber llegado a ser. En cuanto al último caso que voy a describir, muestra comorbilidad con otra enfermedad crónica y ha de hacer frente al diagnóstico de cáncer terminal de su pareja, de manera que el principal objetivo de la intervención es aceptar y adaptarse a la realidad que ha de vivir ofreciéndole los recursos que sean necesarios para su caso concreto tales como identificar y gestionar las emociones puesto que manifiesta tener una confusión emocional importante.

A continuación realizo una descripción de los principales trastornos digestivos desde teniendo en cuenta sus aspectos psicológicos, basándome en la exposición de la psicóloga Julia Vidal (2017):

Los trastornos digestivos se clasifican en:

  • 1)Dispepsia: Es cualquier dolor o molestia localizado en la parte central de la mitad superior del abdomen. Se clasifica en funcional y orgánica (Úlcera péptica). La prevalencia de estos síntomas es del 24-28% en la población general española. Un porcentaje importante presentan síntomas de dispepsia pero no acude al médico y se automedica. En la mayoría de los casos se considera una enfermedad benigna, pero la persistencia y recidiva interfiere en las actividades de la vida diaria.

 

  • 2)Síndrome de intestino irritable. (SII) es un trastorno funcional digestivo, que se caracteriza clínicamente por la asociación de hinchazón, dolor/molestia abdominal y alteraciones en el hábito deposicional que puede variar desde estreñimiento, diarrea o ambos. El SII no comporta una mayor probabilidad de padecer cáncer ni acorta la vida, sin embargo, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen.

Pueden tener implicaciones emocionales y conductuales: conductas inadecuadas (evitaciones), numerosos síntomas depresivos o de ansiedad y disminución de la calidad de vida. Existe un fracaso en los escasos fármacos específicos para el SII.

Los psicólogos tenemos un importante papel para educar en el manejo de los síntomas somáticos (como el dolor), enseñar habilidades para desempeñar un papel proactivo en el control de los síntomas en general, afrontar adecuadamente las emociones displacenteras, adoptar habilidades de autocuidado especificas, así como otras técnicas adoptadas a cada caso.

 

  • 3) Enfermedades inflamatorias intestinales (Enfermedad de Crohn  y Colitis ulcerosa)

A)¿Qué son? Son enfermedades crónicas producidas por una inflamación de las paredes del

tubo digestivo que provoca dolor abdominal, fiebre, etc. Esta conlleva técnicas de diagnóstico intrusivas, hospitalizaciones, intervenciones quirúrgicas, que producen aislamiento, problemas laborales…etc. Se ha producido un incremento en países desarrollados (Irvine, Farrokhyar y Swarbrick, 2001; Pajares y Gisbert, 2001)

B)¿Por qué aparecen? Su origen es desconocido. Los mecanismos fisiológicos propuestos para la explicación de las EII son:

-Procesos infecciosos (virus o bacterias) aunque los datos no son concluyentes

-Alteraciones en la motilidad intestinal

-Alteración inmunológica. Es bastante probable. Se cree que estas anomalías están en la etiología y exacerbación de la EII. En esta hipótesis, tienen cabida la participación de los estresores psicosociales, que pueden precipitar y agravar la enfermedad a través de la conexión del sistema nervioso central, el sistema endocrino y el sistema inmunitario (Adler, 1981).

C)Existen Similitudes y diferencias en función de su etiología, curso clínico, localización, tipos de diarrea y hemorragia, dolor, síntomas no intestinales, complicaciones y necesidad de intervenciones quirúrgicas.

D)Emociones asociadas:

Ansiedad y depresión: tienen puntuaciones más altas comparados con grupos control.

Ira: no se dispone de evidencia científica suficiente que apoye o no la relación de la ira y hostilidad en el inicio o curso de la EII.

Estrés: se comprueba que agrava la enfermedad y que está íntimamente asociado a una mayor actividad de la enfermedad en la motilidad intestinal y en el sistema inmune (Lask, B, 1986; Greene y col., 1994).

Relación entre el estrés y el sistema inmunológico: unión temporal entre sucesos vitales estresantes y el incremento de los síntomas de la EII (García Vega y col, 1998).

-Son más sensibles a  los sucesos vitales estresantes (Jaureguizar, J y col, 2005).

Calidad de vida y EII: Hay un fuerte impacto traducido en  preocupaciones, una menor vitalidad, dificultades en sus relaciones íntimas debidas probablemente a los sentimientos negativos que tienen hacia su cuerpo (Akobeng y col, 1999; Carlsson y col., 2003; Jones y col, 2006).

Estrategias de afrontamiento y EII. En estos pacientes predomina el afrontamiento depresivo, catastrofismo, afrontamientos inadaptados (autocontrol, autoculpa y evitación), confrontación, escape/evitación y afrontamiento pasivo. Los efectos de estos estilos se traducen en menor control percibido, malestar subjetivo, peor salud, mayor ansiedad y depresión y mayor dificultad para resolver problemas. Sin embargo las estrategias positivas pueden llevar al agotamiento si se utilizan durante la fase activa de la enfermedad.

 

Es necesaria más investigación para determinar los factores psicológicos implicados en exacerbación y mantenimiento de las EII y tratarlos adecuadamente. En la intervención psicológica se ayuda a los pacientes a reducir los niveles de ansiedad y depresión y a reevaluar la situación de enfermedad y otros sucesos vitales estresantes como menos amenazantes, utilizando estrategias de afrontamiento más adecuadas para enfrentarse a esas situaciones y a su enfermedad y conseguir una mejor adaptación y calidad de vida.

 

Según diversas investigaciones (Díaz y cols., 2007), las estrategias de afrontamiento que se relacionan con un mejor pronóstico de la EII son aquellas que conllevan un afrontamiento activo como, por ejemplo, la búsqueda de soluciones, el autocontrol y los pensamientos de autoayuda, la búsqueda del apoyo social, la aceptación y adaptación a la enfermedad y la realización de actividades gratificantes.

 

El uso de este tipo de estrategias, que se consideran positivas para la adaptación del paciente a la enfermedad, se ha relacionado también con menores puntuaciones en depresión y con una mejor calidad de vida del paciente. En el estudio de Díaz y colaboradores (2007), se utilizó un programa psicológico con técnicas terapéuticas de probada eficacia para el tratamiento de los trastornos emocionales que sirven a los pacientes como estrategias de afrontamientos tales como la relajación, la reestructuración cognitiva o el entrenamiento en h

abilidades sociales, las cuales producen cambios muy favorables a nivel fisiológico, emocional, cognitivo y conductual.

 

Todas las enfermedades son “psicosomáticas” y hay que atenderlas en todas sus dimensiones.

Fuentes:

-Curso Emociones y Salud impartido por Julia Vidal Fernández en el Colegio Oficial de Psicología de Valencia.

-Díaz SMA, Comeche M, Mas  HB. Tratamiento cognitivo-conductual protocolizado en grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales. Rev Esp Enferm Dig 2007; 99: 593-598.

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