CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL DESEMPLEO

En el numero 55 de la revista INFOCOP (2011) del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, ofrece datos entre otros aspectos, relativos a los efectos de la crisis económica sobre la salud mental de las personas.

El empleo constituye una fuente de bienestar y un factor de desarrollo a todos los niveles (económico y social) y un factor de protección ante la aparición de los problemas psicológicos.

Josep M. Blanch, doctor en psicologia, señala detalladamente en un artículo de la citada revista INFOCOP los efectos psicológicos y psicosociales derivados del desempleo en base a investigaciones recientes: malestar e insatisfacción con la vida presente, incertidumbre y desconcierto existenciales, pesimismo, depresión, desesperanza y desmoralización; sentimientos de inseguridad, vulnerabilidad e indefensión, de fracaso, ineficacia, frustración e injusticia; coginiciones y emociones autorreferenciales negativas; desorganización del tiempo cotidiano; déficit de roles, status, poder, prestigio, reconocimiento e identidad sociales; dependencia económica, social, ideológica y moral; restricción de interacciones sociales por imposibilidad de vinculación a grupos laborales; bloqueo de la socialización secundaria y de la transición normal de la juventud a la adultez; alienación profesional, por obsolencia y degradación de competencias laborales y por inviabilidad de planes de carrera; desarticulación de proyectos personales, profesionales y organizacionales; incapacidad para construir una narración autobiográfica laboral significativa, evasión del paro hacia refugios sociales (prejubilación, enfermedad, invalidez, status estudiantil o de ama de casa…) y hacia paraísos artificiales de la mano del alcohol, tabaco, fármacos u otras drogas. Por tanto, la psicologia puede aportar mucho para tratar todos estos problemas relacionados con la desocupación, mitigando sus negativas consecuencias.

Jeffrey D. Sachs, publicó el 4 de septiembre un artículo en www.elpaís.com sobre la economía de la felicidad.Los niveles de malestar y pesimismo se han disparado en la mayoria de los países, con la constante búsqueda de ingresos. Sin embargo, solo seremos felices si la búsqueda de mayores ingresos no reemplaza nuestra dedicación a la familia, amigos, comunidad, compasión y equilibrio inerno. Un ejemplo modelo lo encontramos en el reino de Bután, en el Himalaya, que lidera el camino en la búsqueda de la felicidad. Su 4º rey propuso hace 40 años que el país trabajase para mejorar la” Felicidad Nacional Bruta” en vez del “producto interior bruto”. Desde entonces el reino de Bután hace hincapié no solo en el crecimiento económico sino también en la cultura, salud mental, compasión y la comunidad.

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